La generosidad, según Jesús, es más que un acto puntual: es una forma de vivir y
ver el mundo. Mientras la cultura moderna promueve la acumulación de riqueza como
sinónimo de seguridad y felicidad, Jesús ofrece una visión radicalmente opuesta: “Hay
más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35).
Esta práctica nos invita a adoptar una mentalidad de abundancia, creyendo que Dios
es nuestro proveedor y que todo lo que tenemos es un regalo. Al alejarnos del miedo a
no tener suficiente (mentalidad de escasez), descubrimos libertad, alegría y confianza
en la provisión divina.
Jesús también advierte sobre la avaricia y nos llama a vivir con sencillez y
contentamiento. La generosidad no se trata solo de dinero, sino de una disposición del
corazón que nos lleva a compartir tiempo, recursos y amor con quienes más lo
necesitan.
La generosidad cristiana se expresa en actos concretos: dar a los pobres, simplificar la
vida, escuchar a Dios sobre nuestras finanzas, y practicar la justicia con gozo. Vivir
generosamente es participar en el corazón del Reino de Dios.
Vivir con un corazón generoso
Vivir con un corazón generoso requiere formación espiritual, práctica constante y un
cambio de perspectiva. Los principios claves para la generosidad:
La generosidad es relacional: No se trata solo de transferencias económicas. Se
trata de bendecir, ver al otro, restaurar dignidad y crear comunidad. Es dar con amor,
tiempo, escucha y presencia.
Al final, la generosidad no es una obligación, sino una alegría. Es una forma de
conocer más a Dios, de participar en su obra redentora y de construir una vida plena,
libre del temor y rica en amor.
1) Todo le pertenece a Dios: Nosotros no somos dueños, sino administradores de los
recursos que Dios nos ha confiado. Esto transforma cómo usamos el dinero, el tiempo
y los bienes.
2) La generosidad forma el carácter: Al dar con frecuencia, cultivamos la gratitud, la
humildad y el desapego. La generosidad rompe con el egoísmo y la codicia, y forma en
nosotros el corazón de Cristo.
Basado en el libro Practica el camino de John Mark Comer. Profundiza en este tema y encuentra más
recursos en https://www.practicingtheway.org/Serie Practica el camino
CASA Church
3) La simplicidad como camino: Jesús llama a simplificar nuestras vidas para poder
dar más. Simplificar no es empobrecerse, sino vivir con intención, alejados del
consumo excesivo y del apego a lo material.
4)La generosidad es relacional: No se trata solo de transferencias económicas. Se
trata de bendecir, ver al otro, restaurar dignidad y crear comunidad. Es dar con amor,
tiempo, escucha y presencia.
Al final, la generosidad no es una obligación, sino una alegría. Es una forma de
conocer más a Dios, de participar en su obra redentora y de construir una vida plena,
libre del temor y rica en amor.