Sesión 1, Paso 1
En Progreso

Día 9: Fenómenos naturales

Facundo julio 5, 2025

Dios nos habla a través de la naturaleza. En los tiempos bíblicos, Dios a menudo hablaba a través de fenómenos naturales. Un arco iris materializó la promesa que Dios hizo a Noé. Y, en el Génesis, una ráfaga de viento era una señal de la fuerza de la creación.

Dios sigue hablándonos a través de fenómenos naturales de todo tipo. El viento, las tormentas, las nubes, el fuego o un arco iris pueden revelar mensajes divinos.

La naturaleza tiene el poder de traernos paz. Ver la belleza, creatividad y complejidad de lo que Dios ha hecho tiene un efecto profundo en nuestra vida espiritual y en la forma en que nos comunicamos con Él. ¿Alguna vez has pasado tiempo en contacto con la creación de Dios? Tal vez has hecho caminatas, te has acostado en la playa, has nadado en el mar o has dejado caer la lluvia sobre ti. Definitivamente estas son experiencias en las que puedes sentir de cerca la voz y la presencia de Dios hablándote a través de su creación.

Cuando ves animales comiendo, estás presenciando la provisión de Dios en la tierra, así puedes saber que él te proveerá. Cuando ves caer la nieve, y se forma el hielo y luego la primavera viene a derretir el frío, puedes saber que Dios está trabajando a tu alrededor y en tu vida. Cuando ves la lluvia caer puedes recordar que sus bendiciones llegan a tu vida en abundancia. No prestar atención a toda la creación que nos habla es perder una parte importante de la voz de Dios.

Jesús nos habla de esto en Mateo 6: 26-30:

“Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? ¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?”.

Jesús nos enseña a mirar la creación. De hecho, nos ordena que lo hagamos. Puedes mirar la hierba del campo y conocer la inquebrantable fidelidad de Dios por ti. Puedes mirar las aves y nunca volverte a preguntar si recibirás tu próxima comida. La naturaleza nos declara que Dios nos ha provisto y nos proveerá todos nuestros días. La naturaleza nos dice que no nos preocupemos porque Dios es poderoso. La naturaleza nos dice que Dios es creativo, práctico, brillante, amoroso y lleno de misterio y maravilla. La naturaleza nos dice que Dios habla. Ya sea que vivas en la ciudad o en el campo, observa la creación de Dios y escucha su voz.